Por: Clemente Ruiz

Impulsar una economía basada en la innovación, la ciencia y la tecnología

 

La ciudad de México posee la mejor infraestructura de comunicaciones, hospitalaria, financiera y educativa del país. Sin embargo, todavía no progresamos a una economía de productos intelectuales, con un alto valor agregado.

El GDF ha destinado el 5.6 % de su presupuesto (7,694.4 millones de pesos) a ciencia y tecnología, el sector de mayor crecimiento pero aún el de menor inversión. Hoy las compañías que se dedican a la generación de conocimiento tienen pocos incentivos: no cuentan con protección jurídica ni modelos de crédito para financiar sus primeros pasos de operación. Con una apuesta intersectorial para desarrollar un marco favorecedor para estas empresas, una cultura de patentes y la creación de clústeres especializados, el DF podría convertirse en el centro regional de innovación más importante de América Latina.

“Es indispensable que gobierno, iniciativa privada, instituciones académicas y sociedad civil estén convencidos de que es factible convertir a la ciudad de México en el centro de reflexión científica y tecnológica de Latinoamérica”, dice Clemente Ruiz, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM.

El asunto más preocupante para Andrés Bianciotto, asesor de empresas innovadoras, es que la fuerza laboral no está preparada para una economía del conocimiento debido al atraso educativo: “Si pretendemos cambiar hacia productos de conocimiento, necesitamos desarrollar el potencial consumidor”.

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