Por: Federico Reyes Heroles
Difundir los valores cívicos, marginando la piratería, el soborno y las conductas viales temerarias
En 2001, dos de cada tres mexicanos consideraban que la corrupción no era un asunto importante.
Diez años después, la estadística es a la inversa y muestra un cambio en la conciencia sobre lo que debería pertenecer a la esfera cívica, según la encuesta Nacional de Valores, de Banamex y la Fundación Este País. Hoy se dan las condiciones para hacer pactos sociales graduales que vayan conquistando nuevos horizontes de convivencia ciudadana: no estacionarse en las banquetas y en doble fila, no comprar piratería, no dar mordidas a los policías. “Debemos llegar a un punto en el que todos los ciudadanos estén conscientes de que la corrupción, la violencia, la contaminación, son perjudiciales para todos y que solo participando socialmente podemos cambiarlos”, explica Federico Reyes Heroles, presidente de la Fundación Este País.
Cuando en el Distrito Federal se lanzaron campañas de concientización como “Ponga la basura en su lugar” hace más de 15 años, la gente empezó a desarrollar una nueva cultura que fomentó una mayor preocupación por el medio ambiente. “Las personas no desarrollarán espontáneamente una cultura de la legalidad, hay que inculcarla. La gente va cambiando si los servicios que se proveen en la ciudad también lo hacen”, afirma Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana.
¿Qué le agregarías?