Por: Alberto Chaia

Para convertirnos en la central empresarial de América Latina necesitamos un aeropuerto de primera

 

Según el índice del Instituto Mexicano para la Competitividad, el DF es la entidad del país con el PIB más alto, la que concentra más investigadores, becas y empresas y la que tiene mayor autonomía fiscal.

Es también la ciudad más productiva y con mayor presencia en la banca comercial y la segunda con mayor penetración en el sistema financiero privado. Con un plan integral de desarrollo económico en el que interactúen gobierno, inversión privada, sociedad y academia para atraer la inversión extranjera, anota Alberto Chaia, director de McKinsey, podremos trabajar hacia la competitividad global de la ciudad y su crecimiento sostenido.

La ciudad debe definir una política integral a través del Consejo de la Competitividad, a favor de la generación de empleo, la innovación tecnológica y los programas que agreguen valor a la ciudad. Gracias a que las condiciones de seguridad han mejorado, a la estabilidad de la economía, al desarrollo de la clase media y al tamaño del mercado tanto en la ciudad como en el resto del país, más empresas empiecen a contemplar al DF en sus proyecciones a largo plazo. La importancia geográfica y económica de la ciudad es innegable, y hay que apostar a convertirnos en el puente de Europa y Estados Unidos hacia América Latina, y viceversa. Para ello, el DF necesita un aeropuerto con una mayor capacidad y más conexiones con el mundo, según Chaia.

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