Por: Ramón Aguirre Díaz
Para abastecer a Iztapalapa de suficiente agua hay que reducir el consumo del resto de los habitantes de la ciudad
La gestión del agua de la ciudad de México es una de las más complejas del mundo, según el director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ramón Aguirre Díaz. En el caso del abastecimiento a la delegación Iztapalapa, el reto es aún mayor. Para ello, surgió el proyecto Acuaférico, un anillo que rodearía la zona metropolita para llevar el agua del sistema Cutzamala a Iztapalapa, una de las zonas que presenta mayor carencia. El Acuaférico, sin embargo, sólo ha podido llegar hasta la delegación Tlalpan, porque el agua para llenar el anillo es insuficiente.
La única forma de lograr que el Acuaférico sea viable es reducir el consumo del resto de los habitantes de la ciudad. Aguirre apunta que “se está fomentando el desperdicio de agua a través de tarifas artificialmente bajas”. En la ley está previsto que si alguien no puede pagar el agua porque su situación es muy precaria puede estar exento del pago hasta cierto volumen y la tarifa de agua se determina de acuerdo al nivel socioeconómico de cada manzana: popular, bajo, medio y alto. El subsidio es mayor para quienes tienen menores recursos, pero el 70% de la población de la urbe está clasificada en los segmentos popular y bajo.
Aguirre considera conveniente cobrar según una tarifa mixta, que subsidie únicamente el consumo para las necesidades básicas de la población: quien sobrepase los veinte metros cúbicos al bimestre, pierde el apoyo.
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